La obra narra el recorrido de un grupo de jóvenes franceses que viajan hacia Barbados para filmar un documental sobre la vida de Tituba, una esclava negra injustamente condenada durante el proceso de las brujas de Salem en el siglo XVII. Esta aventura colectiva, no exenta de historias de amor dentro del grupo, está atravesada íntimamente por las luchas por la preservación del equilibrio ecológico en la isla, contra el racismo y las desigualdades de género. Más allá del simple rodaje de la película, los jóvenes van a tener que enfrentarse o negociar con diversas fuerzas presentes (mediáticas, culturales, económicas).